De acuerdo con el nuevo reglamento sobre proteína animal, las harinas de insectos ya pueden emplearse como parte de la formulación en piensos para cerdos y aves de corral.
Hasta la fecha, las harinas de insectos sí que se empleaban para alimentación en el campo de la acuicultura. Pero, en el caso de los animales de granja, solo se permitía el uso de aceites derivados de insectos.
Ahora por fin se ha dado un paso adelante. Esta medida es completamente respetuosa y ética, además de tener muchos beneficios adicionales. Te contamos los porqués a continuación.
Ventajas en el uso de harinas de insectos
Antes de hablar de su provecho nutricional, queremos recalcar que estos animales consumen de forma natural insectos. Tanto los cerdos como las aves de corral son animales omnívoros y, en libertad, los consumen de forma natural. Por eso, resultaba un contrasentido privarlos de esta fuente de energía en los piensos elaborados para ellos.
Pero la mejor parte es que las harinas de insectos se han consolidado como una ayuda increíble para su desarrollo. En especial, se ha demostrado que contribuyen al crecimiento saludable durante sus primeros meses de vida. Mejoran su masa muscular, su piel o plumaje y son muy ricos en aminoácidos.
Otro factor a tener en cuenta es que utilizar este ingrediente garantiza la sostenibilidad de la cadena alimenticia.
Dado que otras fuentes proteicas son escasas, durante los últimos años se había incrementado el uso de cereales y legumbres (como la muy conocida harina de soja) en la alimentación animal. Pero el nivel de proteínas y de ácidos grasos de estas materias primas es inferior.
Ahora bien, ¿se puede hacer uso de harina de cualquier tipo de insecto? No. La legislación dispone un listado de especies consideradas no patógenas y que no representan riesgos para la salud de ningún ser vivo.
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