Lo que aún no sabes sobre alimentación animal OGM

Existe mucha polémica alrededor de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), tanto para el consumo humano como para la alimentación animal.

Hay quienes promueven esta opción como la única válida, en especial de cara al futuro. Estiman que los cambios climáticos, el aumento de la población (y, por tanto, de la demanda) reducirán la superficie agraria y la cantidad de agua dulce.

Teniendo todo esto en cuenta, creen que los OGM incrementan la eficacia y eficiencia en el campo de la nutrición animal. Además, aportan el beneficio de abaratar los costes.

Para tomar una buena decisión en cuanto a este asunto, dedicaremos este artículo a resolver 3 preguntas cuya respuesta debes conocer antes de decidir si elegirlos o descartarlos.

¿Es transgénico sinónimo de OGM?

No en todos los casos. Los transgénicos son modificados genéticamente, sí, pero se caracterizan por de añadir genes de otra especie. En cambio, los OGM tan solo potencian alguno de sus genes o lo inhiben.

Hacer modificaciones precisas en un organismo y dotarlo de nuevas características es posible gracias a diferentes técnicas de biotecnología.

¿Son mejores a nivel nutricional?

En general, se ha extendido la idea de que el comprador podría optar a materias primas mejoradas como ingrediente de los piensos.

Sin embargo, por el momento no existe evidencia de que estas ventajas sean reales.

¿Perjudica la salud el consumo de OGM?

Por el momento no se dispone de estudios a largo plazo para corroborar o descartar esta idea. Lo que sí podemos argumentar es:

– La modificación genética asume el riesgo de introducir algún alérgeno o tóxico de forma involuntaria, aunque hay poca probabilidad.
– Los alimentos OGM pasan por controles aún más estrictos en materia de seguridad, donde se detectarían tales alérgenos.

Nota: Si identificamos almidón modificado como ingrediente, en ningún caso se refiere a que se haya transformado a nivel genético, sino químicamente.

Introducir organismos genéticamente modificados (OGM) en la alimentación animal es una decisión de responsabilidad individual.
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