En los últimos años la comercialización de los huevos de gallina ha estado más vinculada que nunca al tipo de alimentación que recibe el animal. Ahora el consumidor es más exigente. En muchos casos quiere comprar el producto asegurándose de que las gallinas ponedoras han vivido libres y con altos estándares de nutrición animal.
¿Qué hay detrás de esa motivación? Por lo menos dos aspectos principales: la ética del comprador y el sabor de los huevos.
Estas razones han impulsado a muchos criadores de gallinas ponedoras a renovar los métodos de alimentación o, como mínimo, replantearse los que han venido usando hasta ahora.
En este artículo encontrarás información de utilidad sobre las necesidades alimenticias de las gallinas.
Claves en la dieta de las gallinas ponedoras
Antes de nada, hay que aclarar que existen numerosas razas de gallinas. Tanto la raza como el clima, las condiciones de cría y otros factores pueden influir en su comportamiento a la hora de comer.
No obstante, un principio general es que la dieta siempre debe satisfacer el hambre. ¿Cómo se estimula su apetito?
La clave principal es ir alternando el alimento que se les ofrece. Los piensos siguen constituyendo la base de la alimentación de las gallinas y otras aves de corral. Están compuestos de grano (o cereales), verduras y otros tipos de hierba.
Además, en el caso de que quieras producir huevos ecológicos, debes tener en cuenta que el pienso de las gallinas también deberá serlo. No se deberán usar en ningún caso OGM para cumplir con los estándares que marca la legislación.
En función de los pasos que se sigan en la alimentación se clasifican los huevos como ecológicos, camperos y otras categorías de calidad inferior.
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